Familiares y activistas exigen una necropsia e investigación de los responsables, incluido el cónsul peruano.
Noticias Latinoamérica.
A inicios de agosto y por separado, Rodrigo Ventosilla y su esposo Sebastián Marallano viajaron a Bali, Indonesia, a celebrar su luna de miel.
Al pisar el aeropuerto, fueron detenidos.
De acuerdo a las denuncias, la pareja trans peruana presuntamente fue torturada por las autoridades y debido a la vulneración de sus derechos, uno de ellos, Ventosilla, falleció privado de su libertad.
Las razones de su muerte siguen siendo desconocidas por la falta de transparencia del Gobierno de Indonesia y sus fuerzas policiacas.
Recuento de los hechos.
Como la pareja viajó por separado, el primero en ser privado de su libertad fue Ventosilla. Lo detuvieron por supuesto tráfico de drogas, cuando este contaba con medicamentos vinculados con su salud mental.
Aunque tenía la prescripción médica para justificarlo las autoridades hicieron caso omiso.
Cuando Sebastián Marallano arribó al país y acudió en apoyo de su pareja también fue detenido.
La policía de la zona les exigió irregularmente el pago de altas sumas de dinero que iban incrementando con las horas. De 13 mil a 100 mil dólares a cada uno de ellos.
Tres días después, ambos jóvenes fueron trasladados a un centro de salud, donde Rodrigo fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Dos días después, nuevamente fueron trasladados a otro hospital, donde se certificó la muerte de Rodrigo Ventosilla.
Este jueves, ciudades como Buenos Aires, Valparaíso, Santiago de Chile, Nueva York, Cusco, Boston, Melbourne y Ciudad de México, se realizaron veladas en protesta por el esclarecimiento de los hechos.
Negligencia estatal.
Mientras los muchachos se encontraban en cautiverio en Indonesia, los familiares movieron cielo y tierra para salvarlos, pero la negligencia de parte de las autoridades fue su mayor impedimento.
Principalmente, sus familiares recurrieron a pedir ayuda al consulado peruano en Indonesia.
Pero según ellos, el consúl encargado, Julio Tenorio, no brindó apoyo hasta después de la notificación del fallecimiento de Rodrigo Ventosilla.
También que la policía obstaculizó el acceso al hospital donde se localizaba la pareja y nunca pudieron saber el diagnóstico de Rodrigo.
Durante el mes pasado, familiares y activistas de la comunidad trans buscaron la manera de regresarles a su país natal. Apenas el 1 de septiembre lograron repatriar el cuerpo de Ventosilla.
Y el 17 de agosto familias y organizaciones lograron trasladar a Sebastián Marallano con vida a Perú.
Denuncia.
El último lunes del mes pasado, acompañados por abogados, familiares de la pareja interpusieron una denuncia por tortura. Aseguran que la pareja fue víctima de transfobia.
Hoy el Ministerio Público de Perú abrió una investigación preliminar “por el presunto delito contra la humanidad, en la modalidad de tortura, en agravio de Rodrigo Ventocilla y Sebastián Marallano”.
El fiscal Yony Soto anunció que se activará el “Protocolo de Minnesota”, modelo recomendado por la Organización de las Naciones Unidas para investigar muertes potencialmente ilícitas.
Aún así, se declaró como una investigación compleja por lo que se dió un plazo de investigación preliminar de 8 meses.
También exigen la realización de una necropsia inmediata para conocer las razones de su muerte, al igual que una investigación para esclarecer la responsabilidad de funcionarios, incluído el cónsul peruano en Bali, Julio Tenorio.
