Cesar, uno de los bebés chimpancés secuestrados

César, Hussein y Monga son los tres chimpancés que secuestraron en la República democrática del Congo, y hasta el día de hoy sus cuidadores no tienen noticias sobre ellos.

Noticias internacionales.

El pasado 9 de septiembre, secuestradores entraron al santuario Animales jóvenes confiscados en Katanga (JACK por sus siglas en francés) y se robaron tres chimpancés.

De acuerdo con Franck Chantereau y Roxane Chantereau, fundadores del santuario, ellos llegaron al lugar a las 3 de la mañana y se dieron cuenta que se habían llevado a tres de los chimpancés bebÉs que rescataron en lo que lleva del año. Otros dos chimpancés, se encontraban escondidos en la cocina.

Monga, César y Hussein son los simios bebés secuestrados.

Al pasar una hora, Roxane, fundadora del santuario, recibió tres mensajes en donde les pedían una suma de dinero por el rescate y un video de los simios secuestrados; así lo confirmó su esposo Franck a CNN.

“Nos dijeron que tenían planeado secuestrar a mis hijos porque se suponía que venían aquí de vacaciones. Pero no vinieron, así que los secuestradores tomaron como rehenes a estos tres bebés y nos exigieron una gran cantidad para el rescate” expresó.

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Días después, recibieron más mensajes, donde amenazaban con decapitar a uno de ellos y los otros dos los venderían a traficantes asiáticos, dijo Roxane a la cadena de noticias The New York Times.

Sin embargo, sus cuidadores no han recibido más noticias respecto al estado de los bebés simios.

No obstante, Michael Koyakpa, asesor del ministro de Medio Ambiente de la República Democrática del Congo, informó a CNN que rechazan este actuar y lo calificó como “Inhumano y antinatural”.

Por el momento, las autoridades locales del Congo siguen investigando y esperan tener información de los chimpancés en los próximos días.

Según con las declaraciones de los guardias del santuario, esa noche no escucharon ningún ruido. Además, los investigadores aseguran que la entrada del lugar no tiene señales de forcejeo.

Los fundadores se mantienen optimistas y esperan que les devuelvan a sus “hijos” chimpancés.

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