El servicio penitenciario retuvo los celulares de Blas Cinalli y Enzo Comelli, miembros de los Rugbiers, acusados por el homicidio a Fernando Báez Sosa en enero de 2020, Argentina.
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En el marco de los alegatos por el juicio de Fernando Báez Sosa, se dio a conocer que los celulares de dos de los acusados, Blas Cinalli y Enzo Comelli, fueron confiscados por el servicio penitenciario.
Ambos imputados por «homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas» manejaban una cuenta de Instagram en apoyo a los Rugbiers.
🚨 LE SECUESTRARON LOS CELULARES A ENZO COMELLI Y BLAS CINALLI
– El servicio penitenciario se los secuestró el fin de semana
– Manejaban una cuenta de Instagram que apoyaban a los rugbiers (https://t.co/dmXUh1obAs)
– Hoy comienzan los alegatos pic.twitter.com/jXpMWCS89O— Vía Szeta (@mauroszeta) January 25, 2023
@rugbiers.zarate es el nombre de la cuenta que cuenta con más de 5500 seguidores.
En las historias destacadas se puede encontrar publicaciones en apoyo al grupo de los ocho imputados, a pesar de no presentar contenido en el feed.
«Basta de condena social, de mentiras, de violencia. Basta de odio», se puede leer en la descripción de la biografía.
Varios usuarios salieron a rechazar el hecho, cuestionando por qué los jóvenes implicados tenían acceso a las redes sociales. Otros descubrieron en Twitter una cuenta privada con el mismo nombre.
La cuenta de Instagram fue cerrada.
Alegatos
Hoy empiezan los alegatos por parte de la querella, representada por Fernando Burlando y Fabián Améndola.
Por su parte, el abogado defensor, Hugo Tomei, lo hará el jueves.
Las sesiones se transmitirán en vivo a través del canal de YouTube de la Corte de la provincia de Buenos Aires.
Con respecto a la sentencia final, la presidenta del Tribunal, María Claudia Castro, dará a conocer la fecha exacta en las próximas horas, aunque se prevé que será el 30 o 31 de enero.
Sobre el caso
Fernando Báez Sosa, era un joven de 19 años, quien salía de un local nocturno en la localidad balnearia bonaerense cuando fue interceptado por los rugbiers.
Los Rugbiers, jugadores de Rugby, lo habrían golpeado brutalmente hasta la muerte.
Mientras él agonizaba en la calle y un centro médico, sus agresores hicieron «un pacto de silencio», se fueron a comer pizza y hamburguesa «como si nada hubiese pasado».
Eran al menos 11 jugadores del Club Náutico Arsenal de Zárate, ubicado en las afueras de la capital argentina.
La autopsia del cuerpo de Báez Sosa determinó que la causa de la muerte fue un «fuerte traumatismo de cráneo».