Según el jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras, la huida sería complicada ya que se tarda casi un día en llegar al archipiélago en barco.
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Honduras planea expandir su alcance penitenciario construyendo la única cárcel insular de América Latina y prácticamente la única del hemisferio occidental.
Todo con el objetivo de enviar allí a los pandilleros más temidos, siguiendo el ejemplo de su vecino El Salvador, que se encuentra inmerso en una ofensiva contra la actividad de las pandillas.
Cumpliendo su promesa, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, planea levantar la cárcel para 2,000 líderes de bandas en el archipiélago de las Islas del Cisne, a unas 155 millas (250 kilómetros) de la costa.
Todo esto a raíz de la masacre de 46 mujeres en una cárcel.
Sobre la cárcel
José Jorge Fortín, jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras, en una entrevista con The Associated Press, indicó que la cárcel está dedicada a impedir que los líderes de las bandas sigan dirigiendo sus operaciones desde el interior de las prisiones.
El jefe también mencionó que las comunicaciones con las Islas Cisnes serán por satélite, lo que complicaría la operatividad desde las cárcel.
En cuanto a la huida sería complicada ya que se tarda casi un día en llegar al archipiélago en barco.
«Se considera que es lo más apartado para que estos delincuentes, estos cabecillas de maras, sientan la presión una vez que estén en la isla», dijo Fortín.
«La idea es que ellos pierdan contacto de todo, contacto de toda la sociedad (…) y que paguen verdaderamente por sus crímenes», añadió.
Fortín no concretó el costo del proyecto ni cuándo se espera que esté terminado, pero afirmó que la presidenta ordenó que se construya lo antes posible.
Amenaza a la naturaleza
Sin embargo, los biólogos de la región temen que el proyecto se cobre los ecosistemas de gran biodiversidad de la isla.
En su mayoría deshabitado, el emplazamiento del penal está en un territorio protegido desde hace más de tres décadas.
En un comunicado emitido la semana pasada, el Colegio de Biólogos de Honduras calificó la infraestructura como una «amenaza» a la naturaleza de la isla, cuyos frondosos paisajes y brillantes aguas azules rebosan de vida.
«Un centro penal es incompatible con los ecosistemas, las especies, la belleza escénica y las condiciones climáticas del archipiélago», afirmó la organización.
Lucky Medina, secretario de Recursos Naturales y Medio Ambiente del país, le dijo a la AP que el penal de máxima seguridad se construirá en «armonía con la naturaleza».
Así mismo, agregó que las autoridades seguirán las protecciones medioambientales, garantizando que se construirá. «Es totalmente viable», aseguró.
