El primer ministro come pescado en vivo como un intento por demostrar que no hay peligro alguno en consumir alimentos de la región de Fukushima.
Noticias mundo.
Ante los temores por las recientes liberaciones de agua tratada al oceano pacífico, el primer ministro, Fumio Kishida, decidió consumir en vivo el pescado y mariscos de la región Fukushima, para demostrar que no hay peligro.
Un intento para promocionar los productos de dicha región y demostrar que el vertido de aguas de la accidentada central nuclear es seguro.
Este video, difundido este miércoles a través de redes sociales, muestra al líder nipón junto a sus tres ministros degustando lenguado, cerdo, pulpo, arroz, verduras y frutas provenientes de la región de Fukushima.
«Es muy bueno», afirma Kishida frente a la cámara después un bocado de sashimi, llamando a consumir estos productos «seguros y deliciosos» del mar japonés.
Igualmente, el primer ministro tiene previsto viajar a Toyosu este jueves para reunirse con el sector pesquero y degustar de nuevo productos de Fukushima.
Toyosu es el principal mercado de pescado del país en Tokio.
El director del OIEA, el argentino Rafael Grossi, repitió el martes que la radiación en el agua de la central nuclear de Fukushima está debajo del límite legal, por lo que es segura.
The Japanese Prime Minister and three Cabinet ministers had Fukushima fish at a meeting on Wednesday, in an apparent effort to dispel safety concerns following the controversial release of treated radioactive wastewater from the Fukushima power planthttps://t.co/8UVaGZtLaC pic.twitter.com/vIwKaKyiyg
— Sky News (@SkyNews) August 30, 2023
Preocupación
Ha pasado una semana desde que Japón comenzó a verter en el océnao Pacífico el agua procedente de los reactores dañados de la central nuclear de Fukushima-Daiichi, en el noroeste de Japón, por el tsumani de 2011.
Esta operación fue validada por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y según Tokio, no implica riesgo alguno para el medio ambiente ni para la salud humana.
Sin embargo, las preocupaciones entre los miembros de la industria pesquera japonesa persisten, porque temen que esta decisión golpee la reputación de los mariscos del país.
Preocupaciones que tomaron fuerza con los anuncios de China, principal consumidor de Japón, de parar las importanciones.
Esto significó un acoso masivo a las instituciones japonesas en China