Covid tras 4 años
Foto tomada de Instagram @nonsono_piuio_real1

Su odisea comenzó en 2020 cuando contrajo el virus, experimentando síntomas severos y una hospitalización que marcó el inicio de una pesadilla

2020 cambió el rumbo de la vida de muchas personas en el mundo, y para Ericka Olaya, una diseñadora y consultora en comunicación colombiana que reside en Milán desde 1996, fue el comienzo de una odisea desgarradora. A pesar de llevar más de dos décadas dedicada a proyectos publicitarios y relaciones públicas, su vida dio un giro inesperado en abril de 2020.

La pandemia la alcanzó cuando su empresa demoró la implementación del teletrabajo, exponiéndola al virus mientras muchos ya se resguardaban en sus hogares. Los síntomas aparecieron rápidamente: fatiga, dificultad para respirar, pérdida del olfato y gusto. A pesar de buscar ayuda médica, la inicial incredulidad de su médico la llevó a una situación crítica.

Hospitalizada durante 20 días, Ericka se enfrentó a una neumonía avanzada y pulmones al borde del colapso. Dada de alta pero sin poder regresar a casa, fue trasladada a un hotel adaptado para pacientes positivos, donde pasó 70 días. La pesadilla continuó cuando perdió su empleo y su salud se deterioró aún más, experimentando pérdida de cabello, fatiga extrema y síntomas neurológicos.


El cuadro clínico de Erika es único y desconcertante. Aunque pasó 20 días en el hospital y meses en un hotel adaptado para pacientes COVID-19, su organismo sigue albergando el virus activo. Los síntomas iniciales de dificultad para respirar y debilidad, que la llevaron a depender de una silla de ruedas, no han cedido con el tiempo.

Especialistas médicos buscan respuestas a este prolongado padecimiento. La incógnita detrás de la persistencia del virus en el cuerpo de Erika despierta interrogantes sobre las secuelas neurológicas y la respuesta inmunológica.

En el corazón de esta incertidumbre, Erika se enfrenta no solo al impacto físico del virus, sino también a una situación económica precaria. Después de perder su empleo durante la pandemia y agotar sus ahorros, la colombiana se halla en una difícil encrucijada, buscando respuestas y soluciones médicas en Italia.

A pesar de la persistencia de los síntomas y las incertidumbres médicas, Erika ha decidido convertir su experiencia en una oportunidad para generar conciencia y apoyo a aquellos que luchan contra el COVID-19 prolongado. En este camino, ha fundado la «Asociación Italiana de Pacientes de COVID Prolongado», que ya cuenta con más de 60,000 inscritos.

Su participación activa en ensayos clínicos, como el tratamiento experimental con Temelimab desde octubre de 2023, refleja su voluntad de explorar todas las opciones posibles para mejorar su condición y contribuir al avance del conocimiento médico sobre el COVID-19 persistente.

Le puede interesar: Colombiano que hace Uber en Estados Unidos dijo cuánto gana en un día: «Juzguen ustedes»

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí