Guatemala enfrenta una grave situación con el reclutamiento de niños por peligrosas pandillas. La proliferación de desapariciones y crímenes, junto con la extorsión y violencia generalizada, reflejan un problema arraigado en la falta de oportunidades y seguridad para la juventud vulnerable en zonas de escasos recursos.
Un equipo de periodistas de Foro Humanos llegó hasta uno de los barrios más violentos de Guatemala. La primera parada fue una estación de policía en Mixco, La Comunidad, subestación 16-5-4. Al llegar, una mujer desesperada, consultaba a los policías qué podía hacer porque su hija de 15 años estaba desaparecida desde hace 4 días.
La mujer se llama Edilma y es la madre de una menor de edad desaparecida. Al no encontrar respuestas rápidas, decidió abandonar la estación y acudir a otro lugar donde, según ella, el proceso sería más rápido para activar la alerta Alba Keneth ,que sirve para buscar a niñas, niños y adolescentes. Desde el 3 enero del 2024 hasta el 20 de febrero se han activado 216 alertas de menores a nivel nacional.
Casos de desapariciones en Guatemala
Durante el año 2023, en este sector han desaparecido, según datos de la Agencia de Policía, 34 personas, la mayoría adolescentes, y de enero a febrero del 2024 se reportaron 6 personas desaparecidas que al contrastarlas con las alerta Alba Keneth activadas coinciden los datos. El medio digital Quorum público el 28 de noviembre del 2023 el especial “Desapariciones”, que indica que en los últimos diez años se activaron 57,355 alertas Alba-Keneth en Guatemala.
Medios locales relatan que desde hace una décadas la situación de las pandillas y el reclutamiento de menores a través de redes sociales, escuelas en barrios marcados como zonas rojas se han agudizado en los últimos años, existen declaraciones de varias instancias de gobierno para coordinar en conjunto la problemática, la denuncia inicia con la Policía Nacional civil quienes después informan a la División Nacional contra el Desarrollo Criminal de las Pandillas (Dipanda) para que den seguimiento e informar al Ministerio Público y a la Secretaría de Bienestar Social, con quienes se trabaja un protocolo.
Edilma explicó que su hija desapareció el 29 de enero del 2024: “Paola tiene 15 años ya no quiso estudiar, se la pasaba en la casa únicamente con su celular no quería hacer nada ni limpieza ni nada”. No le obedecía a su madre pero en el último mes su comportamiento fue escalando. “Mi hija empezó a comunicarse con los reclusos de la zona 18”, esto provocó que la joven se fuera de su casa.
La lucha contra el reclutamiento de jóvenes en Guatemala
Hasta el día jueves 1 de febrero Edilma no sabía absolutamente nada de su hija; por eso decidió acudir a las autoridades, la madre especulaba que Paola era novia de uno de los reclusos del centro preventivo para hombres de la zona 18 una de las cárceles más importantes y conocida porque los reclusos operan desde adentro, una gran cantidad de delitos. Según la nota publicada el 6 de septiembre del 2023, por prensa libre hay 1 mil 547 denuncias por extorsión se registraban en los últimos 19 meses.
Ese centro penitenciario tiene todo tipo de presos y desde donde presuntamente se da el reclutamiento de jóvenes para operar afuera y ejecutar sus extorsiones sobre todo a los negocios locales o el transporte público de la ciudad.
Según Astrid Escobedo, especialista en democracia y violencia, resalta: “La gente sale de su país por la violencia y están los que deben huir con sus hijos principalmente adolescentes y si no huyen los grupos del narcotráfico los están reclutando y si no quieren ser parte de las estructuras criminales los matan”.
De igual manera agregó que: “Las mayores causas de esto es por la falta de estado de derecho y la falta de control, además porque los políticos se dejaron comprar por los delincuentes, son los que los eligen entonces no hay quien pueda combatirlos”.
De acuerdo con la especialista, para los estados difícil porque “todo es a nivel económico, el poder económico que tienen las organizaciones criminales el estado normalmente no lo tiene, el problema es grave y es imposible detener las estructuras criminales compran voluntades , por eso el papel de la educación con transparencia y servicio social debe ser una prioridad en la sociedad Guatemalteca. Se trata de valorar su comunidad y desde donde este la única forma de vivir, cuidarla porque sin el cuidado y respeto a la sociedad es más difícil es que venda mi voluntad”.
Familias en riesgo: la conexión entre pobreza y violencia
Escobedo precisa que: “No todo se soluciona con prisión, pero todo el tema de las pandillas se acabarían si usted tiene niños seguros y les tienen las condiciones de desayuno, almuerzo seguros con educación y mantenerlos ocupados, la semilla de la pandilla es el niño”.
“El niño descuidado , el niño maltratado , el niño abandonado y pobre. Si les quitamos los niños a las pandillas entonces se acabarán, porque a las estructuras criminales no les interesa reclutar adultos”, según Escobedo “ahora son familias que viven con el tema de la extorsión, pero son familias que han sido pobres no tienen el acceso mínimo a la educación, ni a un trabajo y buscaron la forma de sobrevivir con la extorsión y además siguen reclutando niños”, agregó.
Edilma, la madre de Paola trabaja para una maquila de propietarios coreanos, sale todos los días de madrugada al trabajo y regresa por la noche, nunca tiene descanso ni posibilidades de permanecer cuidando constantemente a su hija de 15 años.
Ella migró a la ciudad desde joven, es originaria de Tejutla, San Marcos, cuenta que su esposo durante un tiempo se dedicó a extorsionar y a reclutar menores para realizar actos delictivos, pero al final él logró salir de esa vida y ahora es policía de seguridad privada.
Ambos padres perdieron el control de su hija y tienen dos hijos menores, de quienes temen sean reclutados por las pandillas criminales de este sector de La Comunidad en Mixco, Guatemala.
Desafíos en hogares de protección en zonas vulnerables
Por eso prefieren que su hija sea reportada como desaparecida al activar la alerta Alba Keneth, sea recogida por el estado y llevada a los hogares que tienen a su cargo y permanezca ahí hasta que cumpla la mayoría de edad.
Edilma sabe que las condiciones de estos hogares son aún peor que una cárcel, su hija puede ser abusada, incluso morir por la constante denuncia de abusos que son reportadas por los mismos menores o familiares.
En Guatemala esta historia se repite en miles de hogares que viven en colonias que son zonas rojas y de escasos recursos, donde la juventud y niñez vive permanentemente vulnerables y caen fácilmente a las estructuras criminales.
Los índices de violencia están muy lejos de ser reducidos, según el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) revela que del 1 de agosto al 15 de noviembre de 2023 han practicado 680 necropsias a cadáveres cuyo lugar de levantamiento fue el municipio de Guatemala.
En los municipios de Guatemala y Mixco, entre el 1 de agosto y 15 de noviembre de 2023, el Inacif reporta que 292 personas murieron en forma violenta, por heridas de bala, arma blanca y estrangulados.
El Inacif reportó 246 necropsias a hombres heridos con proyectil de arma de fuego edades de entre 15 a 19 años y 509 hombres y 40 mujeres de edades entre 20 a 24 años, durante el año 2023.
Durante el año 2024 el laboratorio de balística realizó 1,758 necropsias a nivel nacional la mayoría son de la región central.
En la ciudad de Guatemala se realizaron 121 necropsias del 1 de enero al 31 del año 2024 en su mayoría hombres de edades entre 15 a 24 años, asociadas a hechos criminales según el inacif.
Extorsiones y balaceras
Las extorsiones, balaceras y muertes violentas durante los últimos años en Guatemala han sido una constante. El testimonio de una víctima de un asalto en un autobús y logró sobrevivir al hecho nos cuenta.
Luis Fernando, de 32 años, en de la Ciudad capital cuenta: “por mis horarios de trabajo salí más tarde de mi oficina y sentí algo raro al subir al bus y como son buses pirata desde que subí, observé al chofer hablando con un tipo que le decía: cálmate, por favor, cálmate le indicaba de qué se esperará al llegar al trébol (…) Solo escuché como si hubiera pinchado llanta y escuché disparos como tres veces y el carro al empotrarse intenté saltar pero mi pierna no respondió y el asaltante detonó 5 disparos más y la gente empezó a gritar, muchos de los que iban en el bus eran del comercial donde trabajaba y una señora empezó a gritar de qué porque a mí si yo venía de trabajar”.
“Mi mamá me contestó y le dije que me habían disparado, llegaron los bomberos y solo sentía algo caliente en la espalda baja. En el [Hospital] Roosevelt solo vi morir al chofer, le dieron choques eléctricos estuvo como diez minutos pero él no lo logró”, agregó Luis Fernando.
Violencia cotidiana en Guatemala: la normalización del peligro
En Guatemala, la violencia es un mal creciente para los ciudadanos, incluso, algunos tienen hasta dos celulares para entregar al asaltante el que no les sirve. “No lo tomé como un trauma, siento que es normal y pues por donde vivía se subían mareros a manejar, entonces uno se imagina que más de alguna vez me iban a asaltar o que le peguen a uno por intentar robarme el celular, pero jamás me imaginé que me dispararon y mi familia estaba muy afectada”, afirma Luis.
Existe mucha expectativa con el cambio de gobierno para mejorar la seguridad en el país; sin embargo las estructuras criminales siguen operando a nivel nacional, porque las condiciones las mantienen bien fortalecidas desde hace décadas, según los expertos.