La Iglesia Católica, para evitar malentendidos, ha actualizado sus normas para abordar fenómenos sobrenaturales
El Vaticano ha dado a conocer nuevas y detalladas directrices para abordar los fenómenos sobrenaturales, como las afirmaciones de avistamientos de la Virgen María o crucifijos que supuestamente sangran, en un esfuerzo por proteger a los fieles de posibles engaños y estafas.
Estas normativas revisadas, aprobadas por el papa Francisco, establecen procedimientos más claros y rigurosos para evaluar tales eventos, reconociendo la importancia de discernir entre experiencias auténticas y manipulaciones o errores doctrinales.
Una de las principales modificaciones es que ya no se declarará automáticamente que un fenómeno es «sobrenatural». En cambio, solo el Papa tendrá la autoridad para hacer tal afirmación, después de un exhaustivo proceso de evaluación llevado a cabo por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
El cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, jefe de la Oficina de Doctrina del Vaticano, enfatizó que incluso en el caso de que se autorice una aparición, los fieles no están obligados a creer en ella, subrayando así la importancia de la libertad de creencia y el discernimiento individual.
Estas nuevas directrices también buscan agilizar los procesos de evaluación, evitando demoras excesivas que han caracterizado casos anteriores, y establecen un marco claro para la investigación y discernimiento de eventos sobrenaturales.
El Vaticano reconoce la importancia de fenómenos como las apariciones en Lourdes y Fátima en la historia de la fe católica, pero también advierte sobre la necesidad de precaución y discernimiento en casos más recientes, como las supuestas visiones en Medjugorje.
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