La migración afecta a hombres y mujeres de manera diferente, Las mujeres migrantes enfrentan desafíos específicos que requieren un enfoque de género en las políticas migratorias, lee más aquí. 

Desde la vulnerabilidad a la explotación hasta las barreras sociales y económicas, las mujeres migrantes se encuentran con obstáculos únicos a lo largo de su viaje.

Vulnerabilidad y explotación en el género 

Las mujeres migrantes suelen ser más vulnerables a la explotación, la violencia y la trata de personas. Muchas de ellas son víctimas de abuso sexual, trabajos forzados o situaciones de servidumbre. Además, las redes de trata a menudo se aprovechan de las condiciones precarias en las que se encuentran, lo que incrementa el riesgo de explotación. La falta de protección adecuada y de acceso a la justicia agrava esta situación, dejándolas en una situación aún más crítica.

Desafíos laborales

En muchos países de destino, las mujeres migrantes enfrentan discriminación laboral. A menudo, se les asignan trabajos mal remunerados y con escasa protección social, como el trabajo doméstico o en la agricultura. Estas condiciones las exponen a jornadas extenuantes, salarios bajos y en algunos casos, a abusos por parte de sus empleadores. Además, la falta de reconocimiento de sus cualificaciones profesionales dificulta su inserción en empleos mejor remunerados.

Acceso limitado a servicios

Las mujeres migrantes también enfrentan barreras significativas para acceder a servicios básicos como atención médica, educación y vivienda. A menudo, la falta de documentación regular o el miedo a ser deportadas impiden que busquen la atención médica necesaria, especialmente en casos de embarazo o violencia de género. Además, las barreras lingüísticas y culturales limitan su capacidad para integrarse en la sociedad receptora.

 Resiliencia y contribución

A pesar de estos desafíos, las mujeres migrantes han mostrado una gran resiliencia y contribuyen de manera significativa tanto a las economías de los países de destino como a las de origen, a través del envío de remesas. También juegan un papel clave en sus comunidades, promoviendo la cohesión social y el desarrollo. Sin embargo, su contribución a menudo es invisibilizada debido a la falta de datos desagregados por género en las políticas migratorias.

Reconocer las perspectivas de género en la migración es fundamental para abordar los desafíos específicos que enfrentan las mujeres. Las políticas migratorias deben enfocarse en proteger sus derechos y garantizar su acceso a oportunidades, con el fin de fomentar su inclusión y seguridad en los países de destino.

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