Después de escuchar el fallo, Gordon Cordeiro rompió en llanto. “Perdí la fe en el sistema”, dijo su abogado.
Gordon Cordeiro tenía solo 21 años cuando fue condenado a cadena perpetua en Hawái por un crimen del que siempre se declaró inocente. Durante tres décadas, su vida transcurrió tras las rejas, mientras insistía en que la justicia se había equivocado. Hoy, a los 51 años, finalmente es un hombre libre gracias a un giro inesperado en su caso.
El error que lo marcó de por vida
El crimen ocurrió en 1994, cuando Timothy Blaisdell fue asesinado en un robo relacionado con drogas en la isla de Maui. En un primer juicio, el jurado no llegó a un consenso, pero en una segunda instancia Cordeiro fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Desde entonces, su única esperanza era demostrar que no había cometido el asesinato.
Décadas después, un análisis de ADN reveló lo que Cordeiro siempre afirmó: las pruebas biológicas en la escena del crimen no eran suyas. Además, se halló un perfil genético desconocido en la ropa de la víctima, lo que sugiere que otra persona estuvo implicada en el asesinato.
Estos hallazgos llevaron a la jueza Kirstin Hamman a anular la condena y ordenar su liberación inmediata, en un momento que quedó marcado por la emoción y las lágrimas de sus seres queridos.
«Freedom Friday»: el día que esperó por 30 años
El día de su liberación, Cordeiro salió del centro correccional de Maui rodeado de abrazos, aplausos y collares de flores tradicionales. “Estas son las personas que me sacaron de aquí”, dijo conmovido refiriéndose a su familia, amigos y el equipo legal que luchó por su caso, según reportó Sky News.
Esto es tremendo. Hawái ordena la puesta en libertad de Gordon Cordeiro después de pasar 30 años en la cárcel por un crimen que no cometió. pic.twitter.com/s2KND9x5yD
— Prensa y Poder (@Prensa_Poder) February 23, 2025
Su padre, Dennis Cordeiro, confesó que sintió “alivio y felicidad” al ver a su hijo libre tras tantos años de injusticia.
Un sistema en entredicho
El caso de Cordeiro ha reabierto el debate sobre los errores judiciales y la fiabilidad del sistema penal. Aunque su condena fue anulada, el fiscal del condado de Maui, Andrew Martin, sostuvo que la decisión no prueba completamente su inocencia.
Mientras el verdadero asesino de Timothy Blaisdell sigue sin ser identificado, Cordeiro enfrenta el reto de reconstruir su vida después de tres décadas en prisión. Su historia es un recordatorio de que la justicia, aunque tarde, aún puede llegar.
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