La familia McCann accedieron a la petición pública de la joven polaca, quien asegura ser su hija desaparecida, de hacerse una prueba de ADN, a pesar de las inconsistencias.
Lo más viral.
El caso de Madeleine McCann vuelve a despertarse tras la campaña en redes sociales realizada por una joven polaca de 21 años llamada Julia Faustyna Wandelt, quien ha pedido ayuda a las autoridades para demostrar si ella es la niña británica que desapareció el 3 de mayo de 2007 en Algarve, Portugal.
Esto se debe a que posee recuerdos borrosos de su infancia y que al comprobarlos con su familia, esta no le ha brindado suficientes explicaciones concretas sobre sus primeros años de vida, por esta razón, no siente seguridad de su identidad o edad.
Así que, a través de fotos y videos no solo compara sus rasgos físicos con los de la pequeña Madeleine a diferentes edades, también ha buscado similitudes en las características faciales de los padres.
Todo el contenido se puede encontrar en Instagram bajo el nombre «iammadeleinemccan«, cuenta que ya acumula más de medio millón de seguidores.
Por ejemplo, Faustyna dice tener «la marca en el mismo ojo, pero está desvanecida». Asimismo, muestra pecas, lunares y marcas similares que supuestamente comparte con Madeleine.
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Por esta razón, y tras varios análisis a las fotos de ella y la menor desaparecida, decidió pedir una prueba de ADN.
«Creo que puedo ser Madeleine. Necesito una prueba de ADN. Los investigadores de la policía del Reino Unido y Polonia intentan ignorarme. Contaré mi historia en publicaciones aquí. Ayúdame», escribió la mujer en el perfil de la cuenta.
De acuerdo al mendio inglés de The Mirror y la misma joven, la familia McCann habría aceptado realizarse una prueba de ADN.
Argumentos
La joven ha asegurado por medio de videos en redes sociales, que no poseía dudas acerca de su identidad, ya que posee recuerdos borrosos de su infancia y una conversación que escuchó de su abuela, la llevó a pensar que podría ser la niña desaparecida en el 2007.
Trató de buscar respuestas de parte de su familia quienes, supuestamente, no fueron concretos con ella sobre los primeros años de su vida y se niegan a realizar un examen de ADN.
Sin embargo, ella misma aseguró que no recuerda haber sido raptada por nadie: «No recuerdo que me llevaran. Quiero decir, no recuerdo casi toda mi infancia».
Además, resaltó que su edad podría estar equivocada, ya que ella tiene 21 años, pero Madeleine nació en mayo de 2003, por lo que tendría 19.
Asimismo, la joven polaca dijo reconocer a uno de los pedófilos que abusó de ella en una antigua foto publicada en findmadeleine.com, quien sería un alemán. La joven subrayó que puede «probar que no estoy loca» con psicólogos y médicos.
Contexto del rapto
El caso de Madeleine ha involucrado el trabajo conjunto de la Policía de varios países europeos.
Por su parte, sus padres, Kate y Gerry McCan, formaron una organización dedicada enteramente a la búsqueda de la niña y de la persona culpable de su desaparición.
Se ha investigado a casi 20 sospechosos -entre ellos los padres-, se estableció la idea de un secuestro por parte de una red de pedofilia y el alemán Christian B. ha sido apuntado como principal sospechoso.
El hombre cumple actualmente una condena de siete años por violar a una mujer en Algarve, dos años antes de que la niña se desapareciera del hotel sin dejar rastro.
