Sequía río Amazonas
Sequía del río Amazonas. Foto: cortesía TuBarco.news

El río Amazonas, antaño símbolo de vida y biodiversidad en la selva, enfrenta hoy su peor sequía en 50 años. Las comunidades indígenas resisten para sobrevivir, mientras especies únicas y culturas ancestrales se encuentran en grave peligro.

Noticias Latinoamérica.

En lo profundo del pulmón del planeta, donde antes fluía una serpiente de agua que parecía eterna, ahora yace una cicatriz abierta en la tierra. El río Amazonas, la arteria vital de una región y símbolo de la biodiversidad mundial, enfrenta una sequía sin precedentes que ha transformado su caudal majestuoso en un paisaje desolador.

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Desde el aire, el espectáculo es sobrecogedor. Lo que alguna vez fue un ancho manto de agua que surcaba la selva colombiana, hoy se reduce a remansos aislados rodeados por extensas playas de arena seca. Es como si el río, agotado por el peso del tiempo y los excesos humanos, estuviera tomando su último aliento.

Sequía río Amazonas

Un río que deja de latir

La vida en las comunidades indígenas del Amazonas colombiano ha cambiado drásticamente. Para quienes han vivido siempre a orillas del río, este no es solo una fuente de agua, sino el eje de su existencia. Sin embargo, el Amazonas, que solía alcanzar profundidades de hasta 20 metros, ahora apenas supera los tres en algunos tramos.

Cerca de Leticia, la capital de esta región en Colombia, los niños caminan durante horas bajo un sol implacable para recoger bidones de agua. Años atrás, bastaban unos minutos para llegar al río. Hoy, ese camino se ha convertido en un martirio, una herida más en el cuerpo ya maltratado de la selva. «La sequía nos perjudicó en todo», dice una madre indígena con resignación. «No contamos con agua potable, y lo poco que recolectamos de lluvia no alcanza para los meses de sequía».

La tragedia de la fauna y el pueblo

No son solo las comunidades humanas las que sufren. La fauna, que alguna vez encontró refugio en las aguas del río, ahora enfrenta una lucha por la supervivencia. Delfines rosados, símbolo de la riqueza natural del Amazonas, yacen muertos en las playas. Cinco de ellos han sido encontrados sin vida en las últimas semanas, una cifra que podría ser solo la punta del iceberg.

Sequía río Amazonas

Los pescadores, quienes han dependido del río por generaciones, regresan a sus hogares con redes vacías. El turismo, una fuente de ingresos vital para algunas comunidades, se ha detenido casi por completo. “Estamos olvidados, ya nadie nos visita porque el camino es muy largo”, lamenta un líder indígena de la comunidad Yagua.

Un río que clama por ayuda

El Amazonas no solo está muriendo por la sequía. La deforestación masiva, la minería ilegal y la expansión de la ganadería han golpeado a la región durante años, como cuchillos que cortan sus venas. Los incendios forestales, algunos intencionales, han arrasado miles de hectáreas, alterando el ciclo del agua en un ecosistema ya debilitado.

Además, los llamados “ríos voladores”, corrientes de aire que transportan el vapor de agua de la selva hacia otras partes del continente, están desapareciendo. Su ausencia podría desencadenar consecuencias catastróficas no solo para Sudamérica, sino para el clima global.

Una agonía que trasciende fronteras

La magnitud de esta crisis ha llevado a las autoridades a declarar el estado de calamidad pública en el departamento de Amazonas. Sin embargo, las medidas adoptadas, como la distribución de motobombas y mangueras, resultan insuficientes para aliviar la devastación.

El Amazonas no puede ser visto como un problema local. Este río que atraviesa Colombia, Perú y Brasil es un termómetro del planeta. Su sequía es un grito de auxilio que exige una respuesta inmediata y global.

El futuro en juego

Cada día que pasa, la serpiente de agua se hace más pequeña, más frágil. Y con ella, desaparecen culturas, especies y formas de vida que tardaron milenios en desarrollarse. El Amazonas, ese gigante que parecía inmortal, está enseñando que incluso los titanes pueden caer si no se cuida de ellos.

Mientras los líderes del mundo discuten en reuniones como la COP16, en las orillas secas del río las comunidades indígenas siguen luchando por sobrevivir, aferrándose a la esperanza de que no sea demasiado tarde para el Amazonas, ni para nosotros.

No se pierda nuestro reportaje sobre la alarmante situación del río Amazonas.

 

 

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