Las autoridades canadienses señalan que el hombre enviaba las sustancias a personas con tendencias suicidas en 40 países del mundo.
Noticias mundo.
Un hombre enviaba por correo postal paquete que contenían altas dosis de nitrito de sodio dirigidos a residentes de Canadá y otros países, así lo comunicó la Policía de Montreal este lunes.
Kenneth Law, de 57 años, es el acusado de esta historia. Tiene antecedentes relacionados con dos muertes. Hoy enfrenta 14 cargos por asesoramiento o ayuda al suicidio.
Lo anterior se debe a que supuestamente el sospechoso vendía esa sustancia potencialmente letal a personas con tendencias suicidas.
Se cree que envió 1.200 paquetes a ‘clientes’ de entre 16 y 36 años en más de 40 países.

Muertes
Por lo menos, en el Reino Unido a este hombre se le vincula la muerte de 88 personas. En ese sentido, las autoridades encontraron un total de 272 ‘compradores de esos ‘paquetes suicidas’.
Las autoridades sospechan que el acusado podría estar relacionado con más muertes en otros países como EE.UU., Nueva Zelanda, Italia e Irlanda.
Esta sustancia era vendida por el sospechoso en los sitios web Escape Modo (Modo de escape, en español) e Intime Cuisine (Cocina íntima).
Allí lo promovía junto a otros productos aparentemente inocuos, como máscaras de gas, reguladores de flujo y tubos de goma.
En el momento en que Law llamó la atención de las autoridades de distintos países fue gracias a una investigación de The Times, publicada el pasado mes de abril.
Un periodista del periódico se hizo pasar por un cliente interesado, el hombre admitió que «muchas, muchas, muchas» personas habían muerto después de tomar la sustancia que vendía en línea, y que la había enviado a «cientos» de personas en decenas de países.
Claro está que para atraer a la muerte con esta sustancia, se debe ingerir grandes cantidades.
Este hombre, ingeniero aeroespacial, luego de caer en bancarrota en el 2020, abrió sus canales para vender las peligrosas sustancias. En mayo, cuando fue arrestado por dos muertes, el hombre dijo que lo que hacía era legal y que él no tenía control de las decisiones que tomaban sus clientes.