Durante 2024, según los datos, más del 11% de los nicaragüenses viven en el exilio debido a la represión política tras la crisis de 2018. Aquí se presentan algunos relatos, historias y su lucha por regresar, así como su resistencia desde la diáspora.
Derechos Negados Latinoamérica
Un país donde reina el terror y gobierna el crimen. Así describen su tierra quienes se han visto forzados a abandonarla. Nicaragua, la patria que un día los vio nacer, se ha convertido en un desierto de espinas, en palabras de quienes viven hoy el exilio. Estos relatos, desgarradores e íntimos, son un eco de la historia reciente de una nación fragmentada.
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María Alejandra Herrera, de 28 años, narra desde España el vacío que siente: “Es como si estuvieras en tierra infértil, tratando de echar raíces, pero esta no es tu tierra. Me identifico con un cuadro de Frida Kahlo: estoy llena de espinas y frente a mí solo hay desierto”.
María Alejandra huyó tras defender su tesis de medicina. Su madre, médico, había cerrado su clínica dos veces por el asedio del régimen. Su padre, diácono católico, también estaba bajo vigilancia constante. “Nos fotografiaban, los vecinos daban información de nosotros. Aguantamos hasta que ya no podíamos más: era la vida o la libertad”, recuerda.
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Alejandro Vélez, abogado, relata su captura en mayo de 2022. “Llegaron con tres patrullas a mi oficina. Me llevaron a un complejo judicial, donde fui acusado de ciberdelito y traición a la patria. Fue un juicio exprés”. La persecución se extendió a su familia: un agente vigilaba su casa, su hijo menor vivía bajo acoso constante. “Lo más doloroso es la fragmentación familiar. En fechas especiales, como diciembre, la nostalgia aflora y la distancia duele más que nunca”.
Exiliados nicaragüenses: la lucha por una patria perdida entre represión, esperanza y unidad
Para muchos, la salida fue abrupta y desesperada. Alejandro describe cómo logró sacar a seis familiares de Nicaragua, utilizando alianzas humanitarias para garantizar su seguridad. “Llegas a un país con lo que tienes puesto. Tenías una profesión, pero aquí trabajas en lo que sea por sobrevivir. Es empezar de cero”. Las nuevas leyes del régimen, que endurecen las penas contra los opositores, los persiguen incluso en el exilio. “Te acusan de ciberterrorismo y te cierran todas las puertas. Si regresas, te espera la cárcel o algo peor”.
María Alejandra observa similitudes entre las dictaduras de Nicaragua, Venezuela y Siria, pero lamenta la falta de unidad entre los exiliados nicaragüenses. “Nos falta compromiso. Hay que trabajar en nuestras fortalezas y no normalizar la represión. El Frente Sandinista nos adoctrinó desde los años 80, lavándonos el cerebro con canciones y propaganda. Es hora de poner un alto”.
Los exiliados denuncian que el régimen Ortega-Murillo busca perpetuarse en el poder con un modelo dinástico similar al de Corea del Norte. “Es un experimento social basado en el miedo. La sociedad está como la rana en el agua hirviendo: ya no reacciona”, reflexiona Alejandro.
A pesar del dolor, la desesperanza no es absoluta. “Las dictaduras no son eternas”, insiste María Alejandra. “Hay imperios más grandes que han caído. Nosotros también podemos lograrlo”. La clave, coinciden ambos, es la unidad y el compromiso. Cada granito de arena cuenta en la lucha por recuperar su patria perdida.
Desde Estados Unidos, España y otros rincones del mundo, los exiliados nicaragüenses continúan levantando su voz. Piden que el mundo escuche y actúe, porque el derecho a tener una patria es algo que no se les puede seguir negando.
En este video presentamos las historias de quienes han buscado refugio en Costa Rica, Estados Unidos y España, así como su lucha por regresar a su tierra y vivir en libertad.