Gardi Sugdub
Gardi Sugdub

Panamá invirtió 15 millones de dólares en la reubicación de Gardi Sugdub, pero aún faltan servicios básicos en su nuevo hogar.

La crisis climática ya está obligando a comunidades enteras a abandonar sus hogares. En Gardi Sugdub, una pequeña isla del archipiélago Guna Yala, en Panamá, el aumento del nivel del mar y el hacinamiento han forzado la reubicación de más de 300 familias a tierra firme.

Este es el primer desplazamiento planificado en Panamá debido al cambio climático, un fenómeno que podría afectar a muchas más comunidades costeras en las próximas décadas.

El éxodo de los gunas: una mudanza inevitable

Durante siglos, los indígenas guna han vivido en las islas del Caribe panameño, adaptándose a su entorno y desarrollando una cultura profundamente ligada al mar. Sin embargo, los efectos del cambio climático han puesto en riesgo su estilo de vida.

Las mareas cada vez más altas y las constantes inundaciones han hecho que muchas casas sean inhabitables durante la temporada de lluvias. Además, el crecimiento poblacional ha agravado el hacinamiento, dejando a familias sin espacio suficiente para vivir.

Ante esta realidad, las autoridades panameñas, en conjunto con organismos internacionales, desarrollaron un proyecto de reubicación en una nueva comunidad llamada Isberyala, ubicada en tierra firme.

La mudanza se llevó a cabo en junio de 2024, con botes y cayucos transportando familias enteras hacia su nuevo hogar. Pero el traslado, aunque necesario, ha generado sentimientos encontrados entre los habitantes.

Una isla vacía y una comunidad dividida

A pesar de la reubicación masiva, Gardi Sugdub no está completamente deshabitada. Algunas familias decidieron quedarse, ya sea por falta de espacio en Isberyala o por el apego a su isla natal.

«Me acostumbré a estar aquí y me quedaré con mi comunidad. Si se hunde la isla, yo me hundiré con ella», dijo Delfino Davies en declaraciones a BBC Mundo.

Mientras tanto, quienes sí se trasladaron a Isberyala enfrentan nuevos desafíos. Aunque cuentan con casas de concreto, electricidad y agua potable, los problemas persisten. Las interrupciones en el suministro de agua y la falta de un centro de salud cercano han complicado la adaptación.

«Acá tengo mejor condición de vida, luz 24 horas, agua potable… En la isla era más difícil. Teníamos que ir a buscarla al río. Aquí tengo el grifo, me puedo duchar las veces que quiera», afirmó Magdalena Martínez a BBC Mundo.

El impacto del cambio climático en Panamá y el mundo

El caso de Gardi Sugdub es un precedente global. Según estudios científicos, más de 40 islas habitadas del archipiélago Guna Yala podrían enfrentar el mismo destino en las próximas décadas.

«Es casi seguro que antes del final del siglo, la mayoría de las islas de Guna Yala quedarán sumergidas», explicó Steven Paton, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, en declaraciones a BBC Mundo.

A nivel mundial, se estima que para el año 2050, más de 500 millones de personas en zonas costeras se verán obligadas a reubicarse debido al ascenso del nivel del mar. Ciudades como Miami, Nueva Orleans y Yakarta podrían quedar sumergidas si no se toman medidas urgentes.

Las autoridades panameñas han anunciado planes para expandir Isberyala y acoger a más familias en el futuro. Sin embargo, la comunidad guna sigue dividida entre aquellos que han aceptado el cambio y aquellos que se resisten a abandonar su hogar ancestral.

Fuente: Información tomada de BBC Mundo

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