El reconocimiento de la identidad de género sigue siendo un desafío en Perú. Un decreto ha generado controversia al perpetuar la estigmatización de la comunidad trans, limitando su acceso a derechos fundamentales.
Derechos Negados Latinoamérica
En las calles de Lima, el eco de las protestas resuena con fuerza. Las banderas arcoíris ondean junto a carteles que exigen justicia y reconocimiento. No es solo la comunidad LGBTI la que alza la voz; organizaciones de derechos humanos, colectivos feministas y ciudadanos conscientes se han sumado a la crítica contra el Decreto Supremo que, hasta hace poco, clasificaba la identidad de género trans como un problema mental.
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A pesar de que el Ministerio de Salud emitió un comunicado negando cualquier intención discriminatoria, activistas aseguran que el problema persiste. La normativa no ha sido eliminada ni modificada, lo que sigue afectando los derechos de las personas trans en Perú.
Perú: Una lucha por el reconocimiento legal de la identidad de género
Leyla Huertas, representante del Colectivo Féminas, destaca la falta de avances en la eliminación del decreto. «Lo que se ha buscado desde el año pasado es que no se emita un nuevo decreto que siga perpetuando la patologización de las personas trans. Sin embargo, ni siquiera ha sido revisado por el Ministerio de Economía«, explica Huertas.
Según la activista, el reconocimiento legal de la identidad de género es clave para garantizar el acceso a derechos fundamentales como educación, salud y trabajo. Sin embargo, el proceso burocrático y la falta de voluntad política siguen obstaculizando estos avances.
Un decreto basado en una clasificación obsoleta
El gobierno peruano argumenta que la clasificación se basó en la CIE-10, una norma de la Organización Mundial de la Salud (OMS) vigente hasta 2022. No obstante, desde ese año, la CIE-11 ya no considera la identidad de género como un trastorno mental. Esta discrepancia no es un simple tecnicismo, sino una forma de estigmatización que vulnera los derechos de la comunidad trans.
Discriminación y violencia: una realidad cotidiana
La comunidad trans en Perú sigue enfrentando discriminación estructural. «A la fecha, las personas trans seguimos siendo vistas como enfermas mentales», denuncia Huertas. La activista critica la terminología empleada en normativas como «incongruencia de género», ya que refuerza un sistema binario que excluye su identidad.
El Dr. Percy Castillo, abogado especialista en derechos humanos, advierte que la falta de reconocimiento legal tiene consecuencias graves. «Las personas trans pueden sufrir violencia, discriminación en el trabajo, en la educación y en el acceso a servicios públicos», señala. A pesar de que Perú ha firmado compromisos internacionales sobre derechos humanos, la realidad sigue siendo preocupante.
El camino hacia la igualdad
A medida que la comunidad trans en Perú y sus aliados continúan exigiendo un cambio, la presión sobre el gobierno aumenta. Sin embargo, la falta de acción concreta mantiene a miles de personas en una situación de vulnerabilidad.