Una llamada telefónica entre compañeras de trabajo se convirtió en prueba clave del caso. La justicia ya intervino.
Una mujer de 56 años fue arrestada tras descubrirse que había estado intoxicando con sustancias químicas las bebidas de su compañera de trabajo. El motivo: un conflicto laboral que habría escalado al punto de casi poner en riesgo la vida de otra persona.
Envenenaba sistemáticamente el té y otras bebidas
Las autoridades de Varsovia confirmaron que la implicada usaba productos tóxicos —como ácidos utilizados en labores de limpieza— para alterar las bebidas que su compañera de 51 años consumía con regularidad. Según el reporte policial, las sustancias ingeridas podrían haberle causado la muerte.
Aunque aún no se determina con exactitud cuánto tiempo llevaba realizando estas acciones, la policía ya le imputó cargos por intento de causar daño grave a la salud. De ser hallada culpable, podría enfrentar una pena de hasta 20 años de prisión.
Todo comenzó con un malestar constante
La víctima, que también trabaja en una empresa de limpieza externa asignada a un edificio de oficinas, comenzó a notar dolores estomacales intensos hace algunos meses. Al principio, pensó que se trataba de estrés o fatiga, pero con el tiempo los síntomas se agravaron, al punto de que tuvo que consultar al médico.
Los exámenes clínicos revelaron la presencia de lesiones internas provocadas por sustancias tóxicas. La mujer recordó que el té que tomaba en el trabajo tenía un sabor extraño desde hacía un tiempo cuando los médicos le preguntaron sobre su alimentación o consumo reciente.
Cámaras ocultas revelaron la verdad
Decidida a descubrir qué estaba pasando, la mujer instaló una cámara oculta en su lugar de trabajo. Fue así como logró registrar imágenes contundentes en las que se veía a su compañera tomando productos químicos de una estantería y vertiéndolos en su té y otras bebidas.
En otra grabación, la agresora aparece hablando por teléfono con una tercera compañera, a quien le dice: “Ahí está el té, así que ya sabes…”. Esa llamada implicó también a la mujer de 68 años que recibió el mensaje, quien ahora enfrenta cargos por no denunciar el hecho a las autoridades. Podría enfrentar hasta tres años de cárcel.
Las pruebas fueron clave para la captura
Con las grabaciones en mano, la víctima acudió al Departamento de Lucha contra los Delitos contra la Vida y la Salud. Ese mismo día, las autoridades realizaron la captura y confiscaron los productos químicos y las botellas usadas, que servirán como pruebas en el juicio.
Los investigadores señalaron que el conflicto entre ambas mujeres habría sido la causa de este peligroso comportamiento. Ahora, ambas implicadas enfrentan procesos judiciales por intentar alterar la salud de otra persona.
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