La pequeña Saylor Class, residente de Carolina del Norte, ha estado dando que hablar con su insólita historia.
En un giro de los acontecimientos que parecía sacado de una película de terror, los padres de Saylor se encontraron enfrentando una situación mucho más aterradora de lo que habían imaginado. La niña, de tan solo tres años de edad, insistía en que había monstruos en su habitación, pero sus padres no le tomaron en serio hasta que notaron algo extraño.
Lo que comenzó como el temor nocturno de un niño, pronto se convirtió en una pesadilla real para la familia Class. Después de varios meses de quejas persistentes por parte de Saylor, su madre, Ashley Massis Class, finalmente notó la presencia de insectos voladores en las paredes exteriores de la casa.
De la imaginación a la realidad
Una inspección más cercana reveló algo inquietante: una colmena gigantesca de abejas se había establecido en la pared del dormitorio de Saylor. Lo que la niña había estado viendo como monstruos eran, de hecho, los insectos que pululaban cerca de su habitación.
El descubrimiento activó una operación de rescate en la que la familia llamó a un apicultor local para manejar la situación. Con una cámara térmica en mano, el «cazador de monstruos» localizó la colmena oculta detrás de la pared, revelando un enjambre de abejas que pesaba más de 45 kilogramos.
🐝 🐝 TERRIFYING! Imagine hearing «monsters in the wall» & finding 50,000 honey bees instead! Ashley Class from North Carolina shared her shocking discovery in a viral video. Behind her daughter’s room wall was an enormous beehive dating back a century.🔗: https://t.co/vyHUDsi4YA pic.twitter.com/aJO0UevXFi
— John-Carlos Estrada 🎙️ (@Mr_JCE) May 3, 2024
A pesar del asombroso hallazgo, la prioridad era la seguridad de Saylor y su familia. Con la ayuda del apicultor, se procedió a la extracción segura de las abejas y la colmena, que fueron trasladadas a un santuario para su protección.
Sin embargo, el susto no terminó ahí. Los daños causados por las abejas en la pared y el cableado eléctrico de la casa ascendieron a unos 20.000 dólares, dejando a la familia Class con una factura considerable y una historia que contar para el futuro.
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