Las familias buscan que Airbnb obligue a los departamentos anunciados tengan detectores de monóxido de carbono.
Noticias internacionales.
Kandace Florence, Jordan Marshall y Courtez Hall son los nombres de las victimas de origen estadounidense, quienes presuntamente murieron por envenenamiento con monóxido de carbono en un departamento ubicado en la Ciudad de México.
Sus familiares anunciaron que demandarán a Airbnb, la plataforma donde las victimas alquilaron el piso donde fallecieron.
Le dijeron a la cadena NBC que esta busca forzar a que la compañía obligue a que los departamentos anunciados cuenten con detectores funcionales de monóxido de carbono.
Un gas, en palabras de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, «inodoro e incoloro» que puede causar la muerte en cuestión de minutos.
Kandace, de 28 años; Jordan, de 28, y Courtez, de 33, habrían muerto por un mal funcionamiento del calentador de agua ubicado dentro del piso, según las investigaciones preliminares.
La pareja de Kandace, Victor Day, ha dicho a EL PAÍS que el anuncio del departamento en Airbnb aseguraba que este estaba equipado con detectores de monóxido de carbono. Aspecto que, según las autoridades, no era cierto.
Sin embargo, la administración del edificio ha revelado que, en realidad, el piso no contaba con esos dispositivos. «No puedo procesar en mi mente por qué mi hija no está aquí hoy. No hay excusa. [El detector] cuesta 30 dólares. De haber sabido, yo se lo hubiera comprado», dijo la madre de Kandace, Freida Florence, a NBC.
Por su parte, tanto la administración del condominio como la propietaria del piso, cuyo nombre se mantiene en reserva para no perjudicar las indagatorias, aseguran que el piso contaba con los detectores de monóxido de carbono.
No es la primera vez.
El abogado de las familias de las victimas, L. Chris Stewart, le dijo a NBC que esta no sería la primera demanda que Airbnb enfrentarían por muertes relacionados por monóxido de carbono.
Los anfitriones solo son exhortados a confirmar que sus pisos cuenta con los aparatos, cuando deberían ser una política empresarial
El abogado señaló que Airbnb probablemente no requiere los detectores de monóxido de carbono como una obligación porque miles de anuncios tendrían que ser excluidos de la plataforma, lo que afectaría las ganancias de la empresa. «Siempre se trata de dinero. Ellos solo hablan de dinero. Por ello esta demanda está en puerta», declaró a NBC.
De acuerdo a El País, Airbnb expuso en un comunicado que ha puesto en marcha un programa global consistente en obsequiar detectores de humo y monóxido de carbono a los anfitriones «elegibles».
Aún así, la compañía dijo que más de 200.000 anfitriones de todo el mundo han ordenado aparatos mediante el programa. Medios solicitaron a la plataforma una prueba de posicionamiento, pero los requerimientos no han sido atendidos.