Buenaventura
Reconocimiento en Buenaventura tras 38 días de paz de 'Los Shotas' y 'Los Espartanos'. Foto: Alto Comisionado Paz.

En Buenaventura, la tragedia de Kimberly y Cristian, dos niños de nueve y siete años, revela el implacable pulso de la violencia que oscurece el horizonte de este puerto colombiano. Mientras la búsqueda de la ‘Paz Total’ avanza, sus vidas perdidas se erigen como símbolos de una lucha por la reconciliación en medio de desafíos persistentes.

Por Juan Carlos Díaz

Periodista FORO HUMANOS

Kimberly Quiñones Hinestroza y Cristian Andrés Montaño Hurtado tenían nueve y siete años, respectivamente, cuando el destino los enfrascó en una línea de terror y violencia que parece deambular arrasando con vidas inocentes, destruyendo de tajo procesos sociales y perpetuando la sombra del desasosiego sobre Buenaventura, el principal puerto colombiano sobre el océano Pacífico, que mueve el 60 por ciento del comercio exterior de este país.

Ambos niños murieron por esas fatalidades del destino, que, por la frecuencia con que suceden, parecen normalizarse: una bala perdida les arrebató la vida, los sueños y dejó en sus familias una estela de dolor irreparable.

La triste realidad

Kimberly recibió un disparo en la cabeza el 1 de julio de 2023, mientras estaba en el andén de su casa jugando en el barrio urbanización, sector conocido como R9, de la Comuna 12 de este Puerto. Murió en la Clínica Imbanaco de Cali (capital del Valle del Cauca y a tres horas por carretera desde el Puerto), después de luchar por su vida durante cuatro días.

Antes había sido internada en la clínica Santa Sofía de Buenaventura, pero debido a que es un hospital de segundo nivel, no tuvieron la capacidad para atenderla. Para el personal de salud de este centro asistencial, que el puerto más importante de Colombia solo tenga un hospital de segundo nivel, es una causal de violencia también.

Durante su velación el 6 de julio en la funeraria Los Olivos, en este Distrito del Valle, el ministro de Defensa colombiano, Iván Velásquez, junto al comandante de la Policía, el general William René Salamanca y otros oficiales de la cúpula militar, le dijo a la madre de la menor, Ingrid Quiñonez, que garantizarían que casos como el que vivió su hija no se repitan.

Violencia que desplaza vidas

“En 2021 me fui de Bellavista huyendo de la violencia de la Comuna 7 y por la bala perdida que casi me mata. Y ahora que llego al barrio R9 me quitan a mi hija, con la mala suerte de que no sobrevivió. A mi hija me la mató esta guerra de bandas a la que nos tienen sometidos”, dijo la madre de la menor fallecida.

Pero ahí no paró la muerte de niños inocentes en este puerto sobre el mar Pacífico. En los primeros días de noviembre de 2023, el proyectil que impactó a Cristian también lo hizo en la cabeza.

El hecho se registró cuando varios hombres hicieran disparos entre los sectores de Bajo Caldas y el Nuevo Amanecer, que también hacen parte de la comuna 12 de este Distrito sobre el mar Pacífico.

En la clínica Santa Sofía del Puerto, a donde fue trasladado el menor herido, se le declaró “muerte cerebral”. Posteriormente fue desconectado por sus familiares, quienes, devastados por el dolor, también decidieron salir del territorio.

No es la primera vez que la violencia los desplaza. Incluso, su llegada a Buenaventura fue producto de incursiones armadas en el municipio López de Micay. Salieron en búsqueda de tranquilidad, pero se encontraron con más terror y muerte.

Contexto socioeconómico en el pacífico colombiano

Y es que hablar del Pacífico colombiano -que posee la mayor biodiversidad del planeta- es hablar de una zona históricamente pobre, marginada e inmersa en una espiral de violencia que a lo largo de los años ha ocasionado destrucción del tejido social y desarraigo entre la población, mayoritariamente negra.

Con más de 83 mil kilómetros de costa, el Pacífico colombiano está conformado por cuatro departamentos: Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño, que abarca las ciudades de Buenaventura, Quibdó, Tumaco, Istmina, Guapi, Barbacoas, Bocas de Satinga y Tadó, donde habitan más de un millón 500 mil habitantes.

​A pesar de ser una zona con una extensa biodiversidad (una de las más altas del mundo) rica en bosques y selvas húmedas tropicales, padece de innumerables problemas sociales, que van desde el desempleo, la falta de agua potable de manera permanente, falta de electricidad y violencia en todas sus manifestaciones y en especial utilizada como ruta de salida de drogas ilícitas por parte de grupos de narcotraficantes.

El municipio de Buenaventura, ubicado en el departamento del Valle del Cauca, es el principal puerto marítimo de Colombia y es uno de los diez puertos más importantes de Hispanoamérica; se estima que mueve más del 53 por ciento del comercio internacional de Colombia y es la tercera ciudad más poblada del departamento después de Cali y Palmira.

Buenaventura
Habitantes de Buenaventura. Foto: Presidencia Colombia.

El puerto se encuentra a orillas de la Bahía de Buenaventura en el océano Pacífico. Dista 114 kilómetros por carretera a Cali, la cual está separada de ella por la Cordillera Occidental de los Andes.

Este puerto, habitado en su mayoría por negros, mulatos, afrodescendientes y afrocolombianos, convive con actores armados ilegales que se enfrentan por el control de comunidades, territorios y negocios ilegales, provocando continuos desplazamientos masacres y desapariciones forzadas.

Iniciativas de paz y desafíos persistentes

Las guerrillas como el Ejército de Liberación Nacional, ELN (que en la actualidad adelanta diálogos de Paz con el gobierno Nacional), grupos de disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc (que firmó un acuerdo final de paz el 26 de septiembre de 2016 con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos), bandas de narcotraficantes de Colombia y México, así como estructuras delincuenciales como «Los Shottas» y «Los Espartanos», sumado a las Autodefensas, llamadas ahora “Las Gaitanistas de Colombia”, son los que operan en esta zona del litoral Pacífico colombiano que han puesto a este puerto en una vida de dificultades e incertidumbres a lo largo de las últimas décadas.

Fue en Buenaventura -descubierta por el licenciado don Pascual de Andagoya luego de que saliera de Panamá en tres embarcaciones a hacer exploraciones en el mar pacífico y entró a la Bahía que más tarde se llamó Buenaventura- en donde luego de catorce reuniones discretas y privadas en diversos parajes de este puerto sobre el mar Pacífico; así como multiplicidad de intercambios de mensajes vía telefónica y WhatsApp y de recorridos y caminatas por barrios y comunas de este municipio del departamento del Valle del Cauca, se inició un proceso inédito urbano de paz en la historia de Colombia para lograr que 1.760 jóvenes que se encuentran en armas y que hacen parte de la bandas armas denominadas “Shottas” y “Espartanos”, que han causado un derrame de sangre y zozobra esta zona del país, se sentarán a dialogar para buscar la Paz Total, bandera del actual gobierno del presidente Gustavo Petro.

La esperanza de la ‘Paz Total’ en Buenaventura

A un mes de haberse posesionado como el 42 presidente de Colombia, Gustavo Petro confirmó que estos dos grupos que se disputan el territorio enviaron cartas diciendo que estaban dispuestos a un acogimiento a la justicia.

Colombia
Gustavo Petro, presidente de Colombia. Foto: Presidencia Colombia.

El obispo del puerto de Buenaventura, monseñor Rubén Darío Jaramillo, intermediario en todo este proceso piloto de paz que inició en julio de 2022, anunció el 18 de octubre de 2022 oficialmente los diálogos por la Paz entre el gobierno colombiano y las bandas armadas de “Shottas” y “Espartanos”, luego de realizarse la primera acta y mesa.

El 19 de octubre de 2022 el saliente Comisionado para la Paz de Colombia, Danilo Rueda, anunció que se tuvo el primer acercamiento directo con delegados de estos dos Grupos de Delincuencia Organizada, alrededor de las posibilidades de abrir un escenario de construcción de paz estable y duradera en este Puerto y las garantías para las partes.

El 26 de octubre de 2022 el Congreso de Colombia aprobó la Ley de Paz Total que autoriza al presidente Gustavo Petro a buscar una salida conciliada con los grupos guerrilleros y las bandas criminales vinculadas con el narcotráfico, a través de la negociación y procesos de sometimiento a la justicia.

Ya en esa época del año 2022, Buenaventura cumplía 38 días sin reportar homicidios, desapariciones y enfrentamientos propiciados por estas dos bandas delincuenciales y, a pesar de que la Ley de sometimiento para grupos delictivos aún se encontraba en trámite en el Congreso de la República.

Paz Total
Reconocimiento en Buenaventura tras 38 días de paz de ‘Los Shotas’ y ‘Los Espartanos’. Foto: Alto Comisionado Paz.

Acompañamiento internacional

En este proceso de paz urbano en Colombia, hay garantes internacionales, que hacen un acompañamiento permanente al proceso y la implementación de lo acordado. Sobre todo, en lo concerniente a la reincorporación a la sociedad civil, pues son más de 1.700 los integrantes de estas agrupaciones.

Y así inició lo que el mismo presidente Gustavo Petro llamo: “Episodio inédito en la historia de Colombia”. Un laboratorio de la “Paz Total” en Buenaventura, un Distrito Especial compuesto por casi 25 barrios y unas tres invasiones.

ONU
Representantes de la Unión Europea para la Paz Colombia, visitan a Buenaventura. Foto: Misión de la ONU en Colombia.

Una vez posesionado Gustavo Petro, como presidente de Colombia y Francia Márquez como vicepresidenta, estos dos grupos armados ilegales que se disputan el territorio en la zona urbana de Buenaventura, el 9 y 10 de septiembre de 2022, por medio de comunicados, manifestaron su intención oficialmente de acogerse a la propuesta de Paz Total, a pesar de que, en julio de ese mismo año, ya la iglesia estaba dialogando con ellos para que dejarán las armas.

A partir de lo anterior, y con el acompañamiento clave de Monseñor Rubén Darío Jaramillo de la Diócesis de Buenaventura, el 2 de octubre de 2022 se hizo el gran evento deportivo “Buenaventura en Paz” en uno de los barrios más afectados por la violencia: Juan XXIII de la comuna 7.

80 días sin violencia

Fue así como este puerto en el Pacífico logró a tener más de 80 días sin muertes violentas y registrará una reducción del 97 por ciento en homicidios.

El 7 de diciembre de 2022, con la presencia del presidente Petro empezó el laboratorio de la ‘Paz Total’ propuesta por el mandatario, lo que se convertiría en un modelo, no solo para otras regiones del país con altos índices de violencia, sino para América Latina.

Frente a esta posibilidad de diálogos, el presidente Gustavo Petro destacó que a partir de la fecha se abre un camino con formaciones diferentes, una experiencia nueva e inédita, porque se está hablando de los “Shottas” y los “Espartanos”, que son organizaciones de jóvenes armados ligados al narcotráfico.

Mientras en el 2021, el 90% de los homicidios que se presentaron en la zona urbana del Puerto sumaron 191, en el 2022 la cifra se redujo a 111 homicidios, es decir 80 menos frente al año anterior.

La frágil calma en Buenaventura

Pero los pactos de no agresión se comenzaron a romper. De acuerdo con registros de la Fundación Paz y Reconciliación. Pares, entre enero y mayo de 2023 se perpetraron por acción de estas dos bandas criminales un total de 42 homicidios, siendo mayo (18 casos) y abril (12 casos) los meses más graves.

Solo en mayo de 2023 hubo 23 enfrentamientos que cerraron un balance de 48 homicidios por causas de confrontaciones de bandas en los primeros cinco meses del año.

La Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, Codhes, documentó que, como consecuencia de los choques entre bandas criminales, “de los nueve eventos de desplazamiento masivos y múltiples ocurridos en 2023, tres fueron urbanos en las Comunas 6 y 7, agudizados por enfrentamientos entre las bandas de “Shottas” y los “Espartanos” y sus alianzas con los grupos “Los Chiquillos” y el “Cartel Jalisco Nueva Generación”.

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